domingo, 17 de agosto de 2008

Acampando en Waxham

Los ingleses gustan acampar en la costa. Durante unas semanas la temperatura es agradable y caravanas de bannistas juegan y se asolean en los lugares de recreo destinados para el caso.

Con cierta frecuencia algún conocido me ha preguntado si me gusta acampar (el gusto o el disgusto por esa experience ayuda a distinguir entre los que disfrutan de la experiencia sencilla y rústica y exótica de vivir con lo básico y los que prefieren el refinamiento -o la exigencia- de la vida entre las comodidades de la civilización).

En mi primer día en un campamento, Keith me explica la belleza de la sencillez: "una vez que estás dentro de la tienda, sin ninguna comodidad, algo te ocurre y te das cuenta de que no necesitas nada más". Yo observo la lluvia cotidiana del verano inglés que nos ha recluido en la tienda y recuerdo el techo de zinc de la casa de mis padres, las goteras y el trabajo de vaciar las cubetas que las contenían, eso era la ninnez bajo la lluvia veracruzana. Pienso, sin decirle a Keith, que cuando eres pobre toda tu vida vives acampando.

lunes, 11 de agosto de 2008

Fin de la tesis.

Hablo por teléfono a mi mamá para dar la buena noticia. Después de los saludos de reconocimiento me pregunta cómo va todo:
- Ya terminé!
- Todo?
- No, la tesis!
- Entonces, todavía te falta tu examen.
- Sí, pero ya termine la tesis... -digo con cierta excitación porque mi gusto es contagioso y ella:
- Ya era hora, porque el tiempo pasa y... -empieza a decir a decir en tono admonitorio.
Yo trato de arguir algo a mi favor:
- Sí, pero terminé el doctorado y la tesis en menos de cuatro anhos... -y agregó tratando de anhadir peso a mis razones: "con dos ninhos"
De inmediato me doy cuenta de que he cometido un error:
- Por eso: tú tienes dos ninhos y los anhos pasan y...
Su argumento es inapelable, pero hago un último intento por defenderme:
- Sí, por eso me apuré... -y vuelvo a abrir la boca con desmayo: "El promedio para los doctorantes mexicanos es de más de 5 anhos..."
Pero no hay salida:
- Sí, pero tú no tienes tiempo, como dices tú tienes ninhos y un anho o dos son muchos...
Ya no agrego más.
Alguien llama a la puerta y tengo que cortar la llamada.
En fin, para una mamá mexicana, hacer un doctorado es casi como estudiar la primaria y, en el fondo, estudiar es sinónimo de no trabajar...
Si hago un postdoctorado, sólo diré que estoy dando clases.

viernes, 8 de agosto de 2008

Como la selección mexicana

Planeaba remitir mi tesis el 31 de julio. Pero para no perder la costumbre se atravesaron algunos inconvenientes: mi supervisor olvidó las fechas, se fue de vacaciones y regresó sin haber hecho los comentarios que me debía.Me los entregó con varios días de retraso (anoto este detalle sólo para documentar el mito de la puntualidad inglesa) y, después de trabajar dos días a revientacaballo, hoy vine a imprimir los juegos de tesis para mis examinadores... no contaba con la cereza del pastel: mi archivo está danhado. Espero que el que está en la computadora de la casa esté bien y el lunes pueda por empezar a darle mate a este proceso... por ahora: casi casi

viernes, 1 de agosto de 2008

Las abejas británicas

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Una maestra de idiomas contó esta anécdota para ilustrar la proclividad británica para el aprendizaje de otras lenguas que el inglés:
Estudiando el lenguaje de las abejas europeas (un código que básicamente refiere a la localización de la miel), los científicos descubrieron que distintas colonias “hablan” distintos dialectos y que -cuando se encuentran en necesidad de hacerlo- las abejas de una colonia pueden aprender el lenguaje de otra en cosa de unas semanas. Así es para todas, excepto para las abejas británicas: éstas sólo zumban más fuerte.

Dante y las gaviotas del otonho

Dante y las gaviotas del otonho